El agua se me escapa... se me escurre entre los dedos. ¡Y no sólo eso! Ni siquiera resulta tan limpia (como un lagarto o una rana): me deja huellas en las manos, manchas que tardan relativamente mucho en desaparecer o que tengo que secar. Se me escapa, y sin embargo me marca; y poca cosa puedo hacer en contra.
Francis Ponge, “El agua” (versión de J. L. Borges)
http://www.revistadelauniversidad.unam.mx/articulo.php?publicacion=14&art=308&sec=Columnistas
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